Llevo semanas sin escribir un verso decente.
La musa sueña para sí.
Muda y solitaria bebe whisky
al otro lado de la barra del bar,
y ni siquiera se toma la molestia de mirarme.
Se la ha comido la lengua
el gato,
sin más,
sin una explicación,
¡Con la de hambre metafísico
que hemos pasado los dos!
! Y el frío
que hace en la habitación de un poeta!
Si no habla
o hace un gesto,
pronto
arribaremos
a las costas desoladas
del país “ de no tengo nada que decir”…
Y allí, creedme,
la niebla se apodera de todo…
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1 comentario:
A veces la musa necesita un "mano a mano", como en el "truco", un "voy a vos", un "vení al pie" o un "falta envido" y entonces se produce el intercambio y en juego comienza...
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