
A la izquierda de las mariposas
por el estrecho pasillo
se oye
el entusiasmo de la hierba recién decapitada,
las lenguas que se entrelazan
para la comunión de lo desnudo…
así libres, desposeídos
hacemos el amor
con la prostituta de rimel metafísico
o con el panadero que dibuja
ectoplasmas sobre harina negra…
hacia esa cólera suave,
hacia los lobos
que besan la médula caliente de su presa…
allí en la hoguera la noche se desviste
húmeda
para la igualdad de los goces…