jueves, 25 de noviembre de 2010

mi patria, las minúsculas...

(otra vez Van Gogh haciendo magia)

cuando salgo de los límites de mi sombra

cabalgo perros vagabundos

que se pierden

en el horizonte.

allí llegaremos sembrando odios

que nos callamos.

una crisis de absurdidad.

un arcángel llegado del mas acá

pisotea un cigarrillo mal apagado.

las mariposas ciegas

que solo sirven para encalar

las paredes agujereadas del viento.

hacia allí caminamos. sin techo

un hálito de intemperie.

vamos callando odios.

en esa cabina abandonada

suena sin parar el teléfono

desde el primer día soleado

del mundo…

viernes, 19 de noviembre de 2010

"episodios extraños de canibalismo galáctico"

(Volví a Rimbaud, volví por los viejos caminos. Otra vez hasta el cuello de mierda y de belleza)
te muerdo. déjame hacerlo lento y suave. me muerdo mi propia desnudez, pequeñito, apenas un ratón ante tu desarraigo azul. y como tal, el devaneo metálico de nuestro transiberiano que surca la estepa infinita. vagón 0002. una cama, un grifo mal cerrado, una gota que resbala por nuestros alaridos. un neceser, espuma de afeitar y unas tijeras de manicura. la lluvia suplica compañía en lo ignoto de tu sexo. tienen hambre de revancha nuestras lenguas que mastican las piedras caídas de los árboles (Demóstenes domesticando al dragón)

nuestra piel es un sintagma desprovisto de respuestas, donde dice “átame la lujuria” debe leerse “te quedan dos mil quinientos kilómetros para morderme la nostalgia”. la reserva pagada al contado. amantes desnudos que no se dicen. polizones que se contagian el vacilo del amor en un vagón de tercera. déjame morderte, después de los besos habrá tiempo para el saqueo y la ley de tierra quemada.
en el país de la provisionalidad te leo a Rimbaud, mientras
cogidos de la mano,
nos vamos hundiendo en el silencio

viernes, 12 de noviembre de 2010

poeta tirado en la intemperie

de tres tragos

bebo

oscuro y mojado

la lluvia que me increpa

Disimulándome la sombra

ovillándome

la piel

con trasiegos de lenguas


de tres tragos

pequeño y constipado

abro en canal palabras

fecundo poemas

como el amor

se tira hermoso

a los pies del vendaval


un poco de rocanrol

de tres tragos

uno

dos

tres

te olvido sin haberte conocido.

sábado, 6 de noviembre de 2010

tal vez acabe el miedo



Me gusta escuchar la palabra “Llibertat” de la boca de Lluis Llach incluso cuando no la dice, sólo se la presiente. Suena larga, paquidérmica, medida en años luz. Existe remota como un planeta poblado de cipreses invisibles.

Si no soy libre ¿dime como coño voy a entender el rumiar incandescente del pájaro que muere entre las olas? Tengo miedo de las razones amortajadas que duermen a la intemperie y que me hagan atrofiarme, hacerme pequeño, encorvarme como un viejito que le canta boleros desesperados a la tierra. La violencia contra alguna jerarquía. Mis enemigos me susurran que mis peces de colores de cuando tenía cinco años, no están en ningún cielo, ellos se encargaron de jugar con sus ojos secos contra la pared metálica de la tristeza. Clan, clan, suenan sistemáticos para siempre. Tal vez se acabe ese maldito tintineo. Tal vez se acabe la plegaria mirando al rincón de la vida. Dicen que quedan metáforas entre la basura.

Grítame libertad con los dedos en llamas

grítamelo fuerte, proclama la abolición de la lejanía, necesito de tu hambre de revuelta, y de tu calor, necesito de tus mareas que sostienen a la luna entre la oscura dictadura de los astros…

(dímelo fuerte)


Letra de “I si canto trist”:

Jo no estimo la por, ni la vull per a demà,
no la vull per a avui, ni tampoc com a record;
que m'agrada els somrís
d'un infant vora el mar
i els seus ulls com un ram d'il·lusions esclatant.

I si canto trist
és perquè no puc
esborrar la por
dels meus pobres ulls.

Jo no estimo la mort
ni el seu pas tan glaçat,
no la vull per a avui, ni tampoc com a record;
que m'agrada el batec d'aquell cor que, lluitant,
dóna vida a la mort
a què l'han condemnat.

I si canto trist
és perquè no puc
oblidar la mort
d'ignorats companys.

Jo no estimo el meu cant, perquè sé que han callat
tantes boques, tants clams, dient la veritat;
que jo m'estimo el cant
de la gent del carrer
amb la força dels mots
arrelats en la raó.

I si canto trist
és per recordar
que no és així
des de fa tants anys.
(Letra en castellano)
Yo no amo el miedo, ni lo quiero para el mañana,
no lo quiero para hoy, ni tampoco como recuerdo;
me gusta la sonrisa
de un niño junto al mar
y sus ojos como un ramo de ilusiones estallando.

Y si canto triste
es porque no puedo
borrar el miedo
de mis pobres ojos.

Yo no amo la muerte
ni su paso tan helado,
no la quiero para hoy, ni tampoco como recuerdo;
que me gusta el latir de ese corazón que, luchando,
da vida a la muerte a la que lo han condenado.

Y si canto triste
es porque no puedo
borrar el miedo
de mis pobres ojos.

Yo no amo mi canto, porque sé que han callado
tantas bocas, tantos clamores, diciendo la verdad;
que yo amo el canto de la gente de la calle
con la fuerza de las palabras
enraizadas en la razón.

Y si canto triste
es porque no puedo

borrar el miedo

de mis pobres ojos.

LLuis LLach.

martes, 2 de noviembre de 2010

A los que escriben las sábanas


La cruzada

de las rimas y la piel.

Estate tranquila,

la noche tiene sus guardianes

que se aman

en la espesura,

allí donde la profundidad.

Respira, despabila,

era un sueño nada más,

sólo han sido

disparos

en un parvulario vacío.

Sudemos, corrámo(nos) , lloremos,

sobre esta sábana

de abluciones interminables.

Se me pone el corazón vagabundo

Las sinalefas

se bajan a beber

agua a tu vientre

y las flores que te nacen de la quijada,

en la tristeza

libertaria de gozar más alla de la materia .

Muriéndonos de hambre una noche que no tiene fin.


Nota: Plan de fuga para un miércoles

cualquiera

a eso de las doce

en mi silencioso jergón…