Fotografía de Eugene Smith
mis palabras para Lorca...
a esa hora en que
la tarde se abría de piernas
roja y patibularia
a esa hora en que la lluvia no cayó
jamás sobre
la sombra seca de los perros
a esa hora que traía
remiendos
para los charcos donde se bañaba desnudo el espanto
la muerte
era la vieja enlutada y
encorvada que pedía limosna en la esquina
sus hermanos - los gusanos -
deshuesaban
las palabras carnívoras bajo la tierra
a esa hora
él esperaba
sentado en su patio
sin miedo
sin asomo de barro en la mirada
era un descolorido beso el mediodía
y llegaba la tarde con las trazas
del gigante que duerme
agitado
sobre los tejados
a esa hora
él liaba tabaco y comía naranjas
a esa hora se secaba el sudor
y miraba hacía “el verde inalcanzable”
a las cinco de la tarde vinieron para matarlo.