miércoles, 18 de mayo de 2011

vacío

Cuando los peces de colores ya se fueron
Cuando los perros de las aduanas con restos de cocaína en las patas,
abandonaron
cuando los terodáctilos volaron por encima de las nubes
cuando el tipo que gemía solitario en la península del Indostán se esfumó
y el panadero de debajo de casa
echó el cierre…
cuando el vigilante dejó rodando la linterna encendida para siempre
y ella puso todas sus cartas de amor en el buzón   
cuando las calles quedaron desmanteladas
oxigenadas, vacías, insignificantes, incluso se veía a través de ellas puestas al trasluz    
entonces,
entonces yo me quedé solo…

el último día en la tierra. el alarido cósmico que me comía los pies, me embadurnaba las uñas de salitre, de un insípido monzón (a diez mil kilómetros del mar) . Yo no me quería ir aunque todos se hubiesen marchado. Allí
tan callado en la fría suciedad del  precipicio.
Yo pistola de agua yo señuelo desenmascarado yo piedra engendrada en la oscuridad
yo pivote
de un equipo de balonmano enterrado en su totalidad en los vestuarios del equipo rival. “es él último día” me decía a mismo. Aprovecha y ve a aprender
la entomología de los árboles desvalijados
porque el tiempo quedará abolido como una vieja constitución de una república ex socialista
no se necesitarán credenciales ni alfabetos
el tiempo es un perro labrador con fiebre
inservible pero voluntarioso que jamás morderá la mano del hacedor
hazlo. corretea por el mundo y contempla el cielo vacío de pájaros

es primavera en este verano helado de hojas vomitadas por el suelo
es ahora mismo y nunca
el reloj gira y gira   
la última obra de arte estalla entre la coníferas
del bosque infinitesimal. las cinco de la tarde. O tal vez la medianoche.   
y te ves de pequeño (apenas cuatro años)
desandando los pasos que conducen al cadalso cotidiano….

      

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Y las moléculas asfixian tanto que ni respirar alcanza.
El último día ...

Lila Biscia dijo...

me gusto muchísimo este relatopoema.
la descripción inicial de lo cotidiano que se termina, y la resolución final de conectarte solo con la naturaleza...
la elección perfecta: desandar el tic tac, volver a la infancia (niños eternos) y soltar las amarras de la civilización.
y esta frase: la última obra de arte estalla entre la coníferas del bosque infinitesimal, me parece fabulosa (entre tantas otras) porque sí, nos lleva a preguntarnos qué es el arte, si no es el espacio natural, vibrante, verde, que nos envuelve y habita (o viceversa, tal vez)

Me mande un comentario super largo semi snobeante jajaa perdón!
quizas hubiese alcanzado con: uf! que es un PLACER leerte. inmenso placer.

dale, si, esta bien, me callo........
y te mando besos................

Noelia Palma dijo...

pero querido!!!
por diossssss, me encomiendo a tu poesía...

abrazos!

Reina dijo...

Me encantó tu relato tan lleno de sentimientos y de desolación...
AL terminar de leerlo me surgió la necesidad de partirlo, cortarlo y mezclarlo... ejercicio que aprendí en un taller literario... y salió esto... igual no ha perdido la esencia...


Cuando los peces de colores ya se fueron desandando los pasos que conducen al cadalso cotidiano, ella puso todas sus cartas de amor en el buzón y entonces yo me quedé solo… “es él último día” contempla el cielo vacío de pájaros, me decía a mismo, el reloj gira y gira, las cinco de la tarde, la medianoche y yo solitario en la península me embadurnaba las uñas de salitre,a diez mil kilómetros del mar y no me quería ir aunque todos se hubiesen marchado.


Un enorme gusto el leerte siempre compañero... :)

Patricia García-Rojo dijo...

hoy me doliste más que nunca, más que nunca

eMiLiA dijo...

"... es primavera en este verano helado de hojas vomitadas por el suelo..."

Visual. Te leo y te veo.

Abrazo!

alba dijo...

Dice Chantal Maillard en uno de sus poemas: "No obstante, // cuidar el gesto bajo el hielo. / Salvar el hálito y prolongarlo. / La lucidez es frágil."

Jota dijo...

Jo, qué apocalíptico te encuentro. Realmente desolador, el panorama que plasman tus, como siempre, acertadas palabras. ¿Por qué la especie humana teme siempre el fin del mundo cuando lo que se avecina es, simplemente, el fin de la especie humana?
Humanos, dejen al mundo andar.

Una dijo...

No te conocía y gracias a tu comentario he dado contigo, me has encantado.

Lucina dijo...

a pesar del vértigo y los abismos
vuelves a nacer, una y mil veces en cada verso.

un beso

MaríaCv dijo...

tremendo poema. Un gusto conocer el blog. Saludos

Helena dijo...

Ojalá nunca nos quedaramos solos,pero es inevitable.
Precioso, tiene mucha fuerza, un abrazo