martes, 23 de febrero de 2010

el cuarto de los ratones

Almond Blossom. Vincent van Gogh

Me he puesto a recordar. Un ejercicio de contemplación inspirado en el movimiento perenne que supone la vida. He tratado de estirar mis terminaciones nerviosas al máximo, avivando el fuego de mi hipotálamo con antracita y recuerdos. Y he llegado a mis cinco años, a esa frontera infranqueable, para enfundarme otra vez el baby azul manchado de plastilina, y volver a contemplar la vida con unos ojos inmaculados. La sorpresa de un día nuevo, pero totalmente ajado y amarillento en su anacronismo con respecto al día siguiente. La merienda, el recreo de furia chiquita y sudor, la belleza inexplicable y aún por germinar de la compañera de pupitre, esas (sus) manitas que manchadas de chocolate y tinta azul me parecían el sol y la luna, esos astros con boca y ojos que siempre acababa dibujando en un papel garabateado con su nombre, y si ella estaba a mi lado ya no me importaba nada, ni siquiera el cuarto de los ratones donde vivía el niño sin sombra del que tanto hablaba la profesora (…)

Recordar es morir o vivir un poco más aprisa, según se elija. Es agilizar los trámites de la siesta y la lluvia, retornar a un mundo que jamás volverá pero que tampoco perecerá. Recordar es decirle a la muerte que se ande con cuidado, no nos vayamos a enamorar de esa niña triste y silenciosa llamada inmortalidad…

18 comentarios:

Patricia García-Rojo dijo...

recordar siempre me llena los bolsillos de barro y me desfigura en el espejo llamándome "la desconocida"

Espérame en Siberia dijo...

Uy, no no. Habrá que andarse con mucho cuidadito. Porque tenerle miedo a la muerte es ridículo.

¡Eres un encanto! Muchas gracias por tan bonitas palabras, cariño.
Me has sacado los colores.


Muchos besos.

charlotte dijo...

Muy bello viaje, me has echo divagar un poco en mi mente, gracias :), Roberto tenés cosas increíbles (de bellas y maravillosas), me encantó también el final, muy bueno, abrazo grande!!!!

Roxanne dijo...

Que loco, el tema de la niñez, los recuerdos y todo eso... Hace un tiempito me reencontré con alguien que hacía como 15 años que no veía... un compañerito de mi niñez... y entre recuerdos y otras cosas, se está formando una bonita historia...

Alguien me dijo un día "no mires para atrás"... pero a veces mirar para atrás te puede traer cosas maravillosas...

Ando un poco romántica hoy... será que está saliendo el sol...

Roxxi

Anónimo dijo...

cuando conduces, con un F1 también pasa, hay que mirar por los espejos retrovisores.

salud-saludos

Jota dijo...

¿Un niño sin sombra que vive en un cuartucho rodeado de ratones? Joer con la maestra, eso basta para traumatizar a cualquier chiquillo, aunque no le faltaba la vena literaria...
A mí mi infancia no me trae recuerdos tan buenos, quizá porque inconscientemente los he bloqueado, porque haberlos, los habría, ¿no?
(a menos que seas el niño sin sombra).
Un abrazo.

Laura dijo...

No nos dejes caer en la tentación de enamorarnos de la inmortalidad. Creo que ni mi cuerpo ni mi mente lo entenderían.

Un saludo

Muerte al miedo dijo...

Ahora tú decides ser o no el muchacho de azul y plastilina. No es volver o no volver (enranciado sentir) Es el vibrar interior. Florecer de nuevo.
No había cuarto de ratones en mi escuela y todos teníamos una sombra enorme. Para mí bajar las escaleras irregulares e ir a un baño mugriento, desconchado y oscuro ya daba demasiado miedo.
Bravo... y bravo Vincent.

¡Me vibráis compañeros!

rodri dijo...

y que decir compa;ero, en la lejania te recuerdo cerca...
abrazos

Lucina dijo...

Tengo bombones en mis bolsillos,
con una pizca de inocencia y travesuras, te los regalo..los compartes conmigo?

Un beso Roberto

Gabiprog dijo...

La evocación es un comodín en la manga, no conviene olvidarse de ello… Menuda paradoja sería!!

Buen fin de semana!

ana. dijo...

Lo maravilloso de tu evocación, Roberto, es que no parece imposible volver a ponerle boca y ojos al sol y a la luna, dibujarlos a nuestro antojo y jugar con ellos en ese "recreo de furia chiquita"...además, ahora, estoy segura que te atrevés a decir "...no me da miedo el cuarto de los ratones...¡no me da miedo el cuarto de los ratones! " :)

Besos.

Irene Olmo dijo...

De nuevo otro post increible...

MaLena Ezcurra dijo...

Intensas letras.

Soy una mujer sin recuerdos, me esfuerzo para que ellos lleguen a mí, no lo logro y me siento una naúfraga.


Te abrazo largamente.


M.

Recomenzar dijo...

bellas letras que caminan entre las palabras del poeta que las escribe

Reina dijo...

Qué cosa que siempre que recordamos aparece un amor... aunque sea sólo a los 5 años....
Me gustó mucho....!!!

giraluna dijo...

y el olor a plastilina..

precioso!

espero que la vida te vaya linda, Roberto..

Un beso,

Rosa.

berenguela dijo...

esos recuerdos son los que permanecerán y llevarás dentro siempre... viven y no morirán siempre que los recuerdes! Un beso para ese niño inocente