Lunes. Suena el jodido despertador. Me levanto de la cama como un zombi recién salido de una peli de George A. Romero (muy de serie B). Y me meto bajo la ducha esperando que ocurra el milagro (mis pupilas vuelvan a montar los fotogramas de mi realidad con una cierta coherencia). Se acabaron los flash backs imprevisibles que se agolpaban hace unos minutos en el polvoriento tragaluz de mis sueños.
En la parada del autobús, las mismas caras. Pasan quince minutos de las ocho. Trataré de buscar un sitio atrás para poder devorar durante el trayecto un libro de Leopoldo María Panero, que de tanto abrirlo y cerrarlo, está apunto de desintegrarse en el relente . Un trayecto degustando hermosos poemas, saboreando los huesos y la locura que se le han ido desprendiendo al bueno de Panero a medida que se suceden las páginas. Sumido en mi propia Babilonia (repleta de vigilantes de seguridad) mientras me circunda la cárcel cotidiana de un día laborable más.
Miro al fondo del autobús. Allí como cada mañana, ELLA. Tres míseras paradas no separan. Creo que a estas alturas, la llamaré “Señorita fugacidad”. Sentada, con los ojos cansados y su pelo recogido. Antepenúltima parada. Sale gente, entra más gente. Callada, dejándose mecer por las magulladuras del asfalto. A su cuello van a parar las luces que se le van desprendiendo a la ciudad con la llegada del amanecer. Mientras un par de lunares juegan a saltar la verja que delimita su hermosura, y donde pone muy claro “Prohibido Pasar”. Penúltima parada.
Alguien dijo una vez “que la resignación es un suicidio cotidiano”. La belleza ha de contemplarse en todas sus formas. Una mano que se apoya en al aire y un dedo que invoca la urgencia de una “parada solicitada”. Una mirada luminosa sostenida por un enjambre de pájaros transparentes y que escruta los intestinos del autobús. Su manera de impacientarse sin saberlo, sus labios, todo corrobora la “teoría del caos”: Una mariposa juguetea entre su pelo, y al fondo del autobús (el otro extremo del mundo) un tornado asolará mi maltrecha imaginación…
Ahora sólo queda darle una mañana un papel con estas palabras o tal vez no. Entre toda una multitud apelotonada en el bus, acercarme y decirle: "Gracias por amedrentar mi cotidianeidad con el látigo dulce de tus ojos. Aquí tienes tu poema". No creo que tenga cojones…
9 comentarios:
La realidad es la ficción en la vida. ¿Cuál es cual? no importa mientras seamos felices...éso es lo que importa
Nos vemos sin conocernos
a veces en la realidad, en nuestras cosas diarias, en nuestros quehaceres es donde encontramos la mayor condensación de estilo. Una mujer desconocida, un autobus repleto de compañeros de fustigas nasales... Realidad o no es lo que nos toca vivir... hagamoslo con estilo, no crees?
P.D. Gracias por tu coment, me gusta como usas la prosa que parece prima hermana de la poesía más onírica. Tus memorias visuales me dejan sin habla. Unblog muy chulo, y muy currado... POr cierto, tb leo a Panero!
Muaks
Si yo fuera ella me encantaría recibir algo así. Los lunes son jodidos para todos....
algunas de tus imágenes en prosa están llenas de poesía (quizá la lectura de Panero contribuya a ello), me gustan mucho.
yo pienso lo que Yo, un lunes se me haría mucho más suave y dulce, más llevadero, con esas palabras que dices no te atreverás a entregar. Lo de tener cojones o no ya es cosa tuya, ya es otra cosa...
De momento ya no son sólo tuyas, ya son, por lo menos, de quien las lee.
besoos.
"Irritado Pluvioso con toda la ciudad" que diría Baudelaire. Los lunes son así.
La alquimia de los afectos es lo único que parece arrancarnos de la cotidianidad. Será mejor que te le dejes el poema en un bolsillo, estará deseando un lunes mejor.
Un abrazo
gracias a todos!os mantendré informados si tengo cojones y ,e entrego mi escrito...
un abrazo a todos!
No te lo pienses dos veces Roberto!
Dale ese poema a la chica desconocida del autobús. Si es capaz de despertar en ti semejantes pasiones es merecedora del regalo de tus letras.
Susi
¿aún la ves? ¿se lo diste?
Sin pensarlo yo se lo daría... qué puede pasar, que lo lea y lo tire ?
Nunca vas a saber la respuesta si no se lo das...
Suelo escribir en el autobus... me trajo gratos recuerdos tu post...!
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