Allí donde no llegan las palabras
y solo malviven los ensueños,
nos quedan migajas de amor y de sexo,
para tratar de decir lo innombrable.
Dedícate a reventar el costado de la incomunicación
a base de tiernos derechazos
con forma de beso.
Cuando despiertes noqueado
en el cuadrilátero vacío,
no te molestes
en buscar su mirada entre el público,
ella nunca pudo soportar
la agónica levedad
de los perdedores...
y solo malviven los ensueños,
nos quedan migajas de amor y de sexo,
para tratar de decir lo innombrable.
Dedícate a reventar el costado de la incomunicación
a base de tiernos derechazos
con forma de beso.
Cuando despiertes noqueado
en el cuadrilátero vacío,
no te molestes
en buscar su mirada entre el público,
ella nunca pudo soportar
la agónica levedad
de los perdedores...
5 comentarios:
un puñetazo directo al corazón, sí señor.
un abrazo.
No puedo añadir nada más que:
ME ENCANTA
Cuando no queda mucho qué decir hay que recurrir a otro tipo de lenguaje, aunque una vez terminado el combate no linguístico haya algún herido.
Un saludo!
un derechazo será siempre un derechazo, aunque se intente dulcificar con ternura y parezca ser un beso.
un beso, fuera de combate.
Pongamos que hablo de Madrid...
Ya te puse estos versos hace poco, pero me los vuelves a traer a la cabeza, en otro contexto, eso si:
...tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler, me duele hasta el aliento...
No hay poeta al que no le duela algo. Recomiendo algún abrazo analgésico y nada de golpes bajos.
Besos (de los que no duelen)
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