Fotografía de Robert Parkeharrison.
8:15 am
las botas de cuero
impacientes sudorosas en el enola gay
kilotones y presagios de acero y fuego
la locura
sobrevolando el dédalo de piedra
mientras miles de niños japoneses
allí abajo
jugaban al escondite
por las estancias retroactivas de la nada
por ejemplo
botas de cuero
de oficiales nazis
desobedeciendo a la primavera que pisaban
la hojalata del tambor
era una música de colmillos funestos
al walhalla se accedía por las alcantarillas
en un gulag amanece
o en gettysburg
botas
de cuero
embarradas
cuando robert lee
lloraba sentado en el suelo como un niño
y los héroes
llevaban flores
a las extremidades amputadas
de sus osos de peluche
y la sangre coagulada de los muertos
y los himnos
y las vísceras
esparcidas sobre los reclinatorios de una catedral ficticia
botas que odian la sintaxis enmarañada de los que aman
botas que aprietan
la mandíbula
y mana sangre
de los perros anémicos de la poesía
para siempre
su dios metálico encogido en el silencio
ajeno al hambre indeclinable
de la vida…
8 comentarios:
La sangre usó esas botas y corrió por el desierto de la angustia. Luego se las sacó y se amputó las piernas, la muy puta.
soy una perra anémica sin poesía
dame silencio
del poético, que vos sabés
éste poema es de una complejidad maravillosa.
es un rojo absoluto, que desbrda.
y esta parte... es el universo de la revolución poética:
botas que odian la sintaxis enmarañada de los que aman
botas que aprietan
la mandíbula
y mana sangre
de los perros anémicos de la poesía
un beso, roberto.
Sin palabras. No voy a analizarte porque no tengo propiedad de decir nada. Sólo te disfruto. Y en grande.
Gracias Roberto.
Un beso o 2 #
Hace bien poco traje por allá a colación un poema de Idea Vilariño que hoy le va que ni pintado a tu rincón. Dice:
"Siempre habrá alguna bota sobre el sueño
efímero del hombre
una bota de fuerza y sinrazón
pronta a golpear
dispuesta a ensangrentarse.
Cada vez que los hombres se incorporan
cada vez que reclaman lo que es suyo
o que buscan ser hombres solamente
cada vez que la hora de la verdad la hora
de la justicia suenan
la bota pega rompe ensucia aplasta
deshace la esperanza la ilusión
de simple dicha humana para todos
porque tiene otros fines como Dios
como dicen los curas que su dios
tiene otros altos fines misteriosos
otros planes en que entran Hiroshima
España Argelia Hungría y todo el resto
en que entran la injusticia la opresión
el abandono el hambre el frío el miedo
la explotación la muerte
todo el horror todo el dolor del hombre.
Va cambiando de pies según el oro
Según la fuerza y el poder se mudan
Pero siempre habrá alguna
A veces más de una
Pisoteando los sueños de los hombres."
Es probable que vayan a estar siempre, ajenos "al hambre indeclinable de la vida", pero también quedamos los que amamos esa sintaxis enmarañada desde la cual combatir.
Un beso.
Botas pisoteando la humanidad, aniquilando el mínimo atisbo de razón. Sombras de cuerpos desintegrados proyectadas en las paredes de la historia.
Un poema tan brutal, surgido de un elemento, un objeto tan cotidiano...
Eres un genio, y tu poesia es increible. Me quedo con el sonido sordo de las botas nazis pisando la primavera. Hay grises que no entienden de colores...
Un abrazo fuerte!!
aquellas botas solo me traen recuerdos dolorosos. Y lo peor, es que hoy en día hay quienes gustan de usarlas...
Un beso
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