Fotografía de Javier Campano
bajo la gabardina
el pedernal
con el que pondré patas arriba
la primavera.
es preciso amar
el límite.
hay un deseo de huida
en cada palabra
que digo
una extraña suerte de ocaso
cayendo
por las paredes de mi cuarto
/la conciencia me dice/
los gatos se aparean
hermosos bajo mi lluvia
y ya tengo unos pocos gramos de poesía.
es preciso amar a Jackson Pollock
pintando naturalezas muertas
en cada despedida.
“saberse ir a tiempo”
no conozco otra forma de humillar
al rudo carnicero
que trocea todos y cada uno de mis sueños…
9 comentarios:
ay dios
el final
me desarmó
Amo a Pollock... :)
Siempre se puede volver a soñar.... :)
Menudo eres, Roberto,nos dejas aquí un poema de ésos de rompe y rasga y te quedas tan ancho. Hénos aquí, a todas, rasgándonos las vestiduras por complacerte tanto como tú nos satisfaces al exponerte.
Brillante, para comer cada uno de esos trozos que el carnicero hace de ti y de tus sueños.
leo en este poema, esa tristeza y soledad en blanco y negro...
todo, pero la segunda estrofa es de una belleza impactante.
rober, escribis con el cuerpo, y no hay otra manera de leerte, que no sea dejandose penetrar con tus palabras.
"saberse ir a tiempo"
no se... hoy siento que uno siempre se va finalmente, demasiado tarde...
te abrazo y te beso.
L.
Puedo parecer repetitiva, pero…¡Me encantó el final!
(Y que los gatos se apareen bajo la lluvia)
Y todo.
Un abrazo
A veces siento que tu poesía fluye como una charla de psicólogo, como los que hablan solos por la calle, como los soñadores que persiguen golondrinas. No sé, digo yo, qué sé yo.
"No aprenderé nunca a retirarme a tiempo." Canta alguien por ahí y yo lo aplico con una persistencia estúpida por años (sí, años)
Y mientras tanto se va la vida...
Abrazo!
...infinitos
(los versos y vos)
un beso grande
¿La musa está confusa, o se ha ido?
Feliz Año nuevo Roberto.
Te mando un beso...dos...tres...cuatro...cinco...seis...siete...ocho...nueve...diez....once...doce! ¿O era que tenía que comerme doce uvas?
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