domingo, 23 de octubre de 2011

non grato

Fotografía de Rong Rong & Inri.
Voy viniendo
hacia ti
entre
la lluvia y la desbandada de pájaros negros
es un cielo que se abre
por donde tu falda.
si te acaricio
me lavas los sueños
en el cauce tranquilo que discurre
por tu sexo.

en la lavandería de debajo de tu casa
prohíben la entrada a poetas.
mal vestido
con lamparones de rocío
sin afeitar espero dormido en la acera  

me niego a creer
en la desmemoria de la piel.
ya solo escribo el alumbramiento
de un gemido
o de un negocio turbio
mientras el beso.
follando le decimos a la muerte que no
que no
que esta vez no…

15 comentarios:

Aina Rotger Vives dijo...

Tienes unas frases magistrales en este verso. Mis felicitaciones, Roberto.

Noelia Palma dijo...

a veces no sé bien qué decirte, entonces bueno, hoy vengo a que sepas que te leo,
un abrazo

Laura dijo...

Qué final, qué final. Qué final.

eMiLiA dijo...

Prohibida la entrada a poetas... eso es inadmisible.
No sé, quizás es el atardecer de domingo, el fresco inesperado después de una ducha caliente, la lumbre de un televisor que dispara festejos anunciados a voces... quizás sólo sea yo, pero hoy tus versos me tocaron (literalmente)

Abrazo.

esa de afuera de mí dijo...

Veni
Viniendo hacia mi,
Y al resto del mundo le diremos que no,
Que aun no
Que aun no entren...

Ese poeta bestial que sos, rober...

......

Mas que besos.

Vivian dijo...

Qué lastima que el amor sea tan ingrato cuando es capaz de inspirar estos versos.
Un abrazo.

charlotte dijo...

maravilloso, por momentos he querido sumarme a esa pasión, a todo ese amor! abrazo grande!

Reina dijo...

Follando o no, siempre le decimos a muerte que esta vez no... :)

Lucina dijo...

malditas lavanderas,
no entienden de la sensualidad de unos versos-poeta

Un beso

Jota dijo...

Ellos (los de la lavandería) se lo pierden. Nosotros (los afortunados que te leemos) disfrutamos esas palabras certeras como dardos. Lamparones de rocío... sublime.

NoSurrender dijo...

follar aleja a la muerte, pero no a la memoria

Vagamundo dijo...

Es lo que tienen las lavanderías automáticas, con esas humedades mucho más que otoñales resbalándose por la cáscara del corazón.

gloria dijo...

...que esta vez ni ninguna, siempre no...

Compañero, es precioso, y cuanto más lo leo más comprendo lo delicado de tu pluma...

Un abrazo, mi queridísimo poeta

JOAQUIN DOLDAN dijo...

buenisimo

Anónimo dijo...

hasta las sombras de la muerte se pararán, curiosas, a ver... y recelosas se darán media vuelta estudiando un lejano calendario.

salud-saludos
amigo!!