jueves, 25 de noviembre de 2010

mi patria, las minúsculas...

(otra vez Van Gogh haciendo magia)

cuando salgo de los límites de mi sombra

cabalgo perros vagabundos

que se pierden

en el horizonte.

allí llegaremos sembrando odios

que nos callamos.

una crisis de absurdidad.

un arcángel llegado del mas acá

pisotea un cigarrillo mal apagado.

las mariposas ciegas

que solo sirven para encalar

las paredes agujereadas del viento.

hacia allí caminamos. sin techo

un hálito de intemperie.

vamos callando odios.

en esa cabina abandonada

suena sin parar el teléfono

desde el primer día soleado

del mundo…

12 comentarios:

Noelia A dijo...

Sin duda es una gran virtud de los versos esto de decir evitando condicionar lo dicho, dejando un espacio abierto a la interpretación personal. Es como veo tu poesía.
Esta frase tiene mucha fuerza: "vamos callando odios"
Un abrazo, un gusto de líneas.

la cónica dijo...

no sé si este es el mejor poema que te he leído. por dar un margen, debe estar entre mis tres favoritos.

es devastador. el lenguaje es sencillo pero hay un derroche de imágenes que no saturan la vista. no sobra ninguna.

yo cambiaría (yo con el boli rojo, siempre), absurdidad por absurdo.

eMiLiA dijo...

¿Y quién llama?, ¿y quién atiende?

Encantador, como siempre.

Un abrazo.

Y. dijo...

Dejaría sonando el teléfono hasta que alguien se canse y me iría con mi absurdidad y odio hacia el horizonte, con acantilado a poder ser...jeje : P

Patricia García-Rojo dijo...

soy yo, llamándote...

odio las mayúsculas!!

Noviembre dijo...

...y otra vez tú haciendo de las tuyas...



(no hace falta que diga que siempre estoy para que sepas que siempre estoy, verdad?)

Lucina dijo...

es la segunda vez que te leo bajo intemperie…
que curioso,
si el refugio más sublime está en tus letras.

un beso

Reina dijo...

De vez en cuando hay que salir de los límites de nuestra propia sombra...
es la única forma de poder ver la magia... la de Vincent, la de las mariposas, la del arcángel... la de vivir... esa magia minúscula que nuestra sombra no nos deja ver... dejemos que el teléfono suene mientras disfrutamos de la mágica vida...
Un beso grande

Anónimo dijo...

un camino empedrado de luces y sombras nos conduce hasta el horizonte donde nace el sol. amanece tan pronto todos los días!! y a veces agota mirar atrás. pero allá justo delante, detrás de las montañas, mañana otra vez saldrá el sol.
salud-saludos

Irene Olmo dijo...

Que sugerente...me encanta no sólo como lo has escrito sino todo lo que sugieres, a veces un poco dadá

BEATRIZ dijo...

"desde el primer día soleado del mundo" un poema Roberto.

Me gusta la apertura de lenguaje.

Saludos, nos leemos.

Muerte al miedo dijo...

Vi este cuadro en directo(y me parecía oir el graznido de los cuervos del cuadro de al lado, apenas días antes de la muerte del pintor)
Pocas patrias considero, pero hoy en la tuya me encuentro.
Me rompes.
(Bravo compañero)