(Leyendo a Andréi Bieli)
Tengo miedo. Mi piel es galeón, piedra salvaje dentro de una taza de té, huracán que nos peina (a los dos) la tristeza de medio lado. No creo que pueda llegar a tierra firme. Las fuerzas flaquean y me abandono. Ese que fui ahora es el que no será, tal vez dos siameses que luchan por comprenderse.
Braceo a duras penas. Unos segundos bajo el agua. La superficie. Voy a morir. Tal vez el otro sobreviva. Tengo miedo de la lucha de clases que estalla en el vientre de la ballena, tengo miedo de no poder explicar a tus ojos el desorden que se aloja en mi respiración. Es una putada irse así, con los recuerdos mojados, arrugados, girando desahuciados en el remolino. (Vuelvo a tener cinco años. Hace frío afuera. La hoguera de la chimenea me calienta mi noche de ovejitas). Metraje ínfimo pero tal vez suficiente.
Cuando llega el final en las películas sucede un contrapicado grandilocuente, la música se hace atronadora para rendir pleitesía al héroe. Aquí en este lado, ínfima visión del otro que te mira y ya te comprende, ínfima manera de dejarme arrastrar por el mar para siempre.
18 comentarios:
"huracán que nos peina (a los dos) la tristeza de medio lado", sublime. Y en el segundo parrafo un escalofrío necesario para poder recrearse en ese final infinito y argonáutico.
Y yo sin saber nadar...
Un abrazo!
Tu certera descripción ahoga y corta la respiración.
Abrazo.
como si te hubieses llevado mi respiración al decir esas palabras...
Cuando tenía tres años me caí a una piscina. Se dieron cuenta de ello bastantes minutos más tarde. Cuando me sacaron no tenía respiración y tardaron varios minutos en devolverme a la vida. Recuerdo que no tuve miedo mientras estuve bajo el agua, miraba curiosa las piernas de los que se bañaban a mi alrededor. Mi mente infantil no se planteaba la muerte.
Cuando algo me angustia siempre sueño con una ola gigantesca que me ahoga porque, lamentablemente, ya sé lo que es morir...
el mar nunca será más fuerte que el heroe que llevas dentro, así que nunca dejarás de seguir siendo... y despertará el naufrago con dos "güevos" y alas para volar.
salud-saludos
Un texto creativo sin duda, te felicito Roberto.
El juego del tiempo y el espacio está bien manejado.
Saludos
Esas noches de niñez tan bien graficadas como de ovejitas.
Abrazo
"Es una putada irse así"
Siempre será una putada... no queremos irnos de ningún modo...
"Mi piel es galeón"
y debe tener incrustados los crustáceos de una vida...
"tengo miedo de no poder explicar a tus ojos el desorden que se aloja en mi respiración"
No hay nada que explicar... sólo se trata de sobrevivir...
En algún momento, todos, nos dejaremos arrastrar por el mar, para siempre...
Bellísimo.... como todas tus letras...!!!
Un beso
Me encantó
aquí en este lado,
el mar susurra tus versos (náufragos)
y esa lábil melancolía sin orillas...
cuidate
Aquí le viene bien (te la cedo, no es mía) mi canción-taladro.
De lágrimas que se mezclan al agua. Mientras se confunden los yos.
Un beso muy fuerte querido Roberto.
B.T.C.R.
Ojala siempre supiesemos elegir el buen guion...
Y te leo por casualidad y se me eriza la piel
Brillante.
:)
Todos acabamos ahogados, es inevitable la derrota. Pero siempre podemos elegir cómo ahogarnos. Ésa es la victoria.
Salud!
Bella reflexión, con el mar de fondo.
En el vientre de la ballena ¿somos al fin todos iguales?
Tu palabra hizo estallar en mi un poema de Pizarnik
"la noche se le cierra como agua sobre una piedra
como aire sobre un pájaro
como se cierran dos cuerpos al amarse"
Será cosa de hundirse, y morir de apnea con tus letras :)
Buen comienzo de semana camarada.
M.
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