miércoles, 1 de septiembre de 2010

primates que sueñan su libertad

Terraza del Café de la Place Du Forum. Vincent Van Gogh


A veces cuando hacemos el amor

los perros

que arden en los espejos de la locura.

A veces cuando hacemos el amor

me traes

la caricia desmantelada

del balancín vacío

en el atardecer.

Nos miramos y esa pobreza húmeda

de los objetos

me alimenta el desapego

del que juega con fuego

por el mero capricho de existir.

Hay un tragafuegos triste

en la esquina sesgada de nuestros cuerpos

exhaustos

diminutos

trémulos pájaros de jabón.



18 comentarios:

Patricia García-Rojo dijo...

echaba de menos tus letras rojas, me fascinan cuando hablan así... yo también sueño a veces de esa manera

Anónimo dijo...

se me da demasiado bien jugar con fuego, será que me encapricho obstinadamente con existir?


me fascina todo lo que leo aquí :)

Reina dijo...

El café de Arlés, tus letras y esta de lluvia en Buenos Aires... invitan a jugar con fuego.... :(

Bris dijo...

Qué lindos versos! Hacía mucho que no te leía! espero que andes bien amigo! Tenés q pasar por mi último blog :P

Cuidate!

Jota dijo...

Sublime. Lo leo en una mañana donde por fin ha llegado a Valencia la lluvia, preludio del otoño, y me dan escalofríos.

Cynthia dijo...

wow..... siempre sorprendes. tus metáforas bailan al compás de tu inspiración.. impecableeeeeeeee



muakkkkkkkkkkkkkkkkkkkk

Lucina dijo...

"Hablar verdaderamente con alguien es abrazarlo, y en cuanto cruzamos las primeras palabras tuve la sensación de que habíamos empezado a hacer el amor." (Paul Auster)

Cuanta belleza poeta.. Un beso

virgi dijo...

Al final somos eso, pompas de jabón con una vida efímera.
Certero y triste.
Van Gogh, un genio.

Muchos besos

Roxana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Roxana dijo...

Es lo que anhelo conseguir cada día de mi vida.Libertad primer palabra de mi abecedario.
Hermoso poema.
Te dejo un beso.

NoSurrender dijo...

ah, la petite mort deja a veces un poso de melancolía. Ánimo y vitaminas, amigo ;)

MaLena Ezcurra dijo...

Trémulos pájaros deshaciéndose.

Tus letras tienen olor a saudade (no me digas loca :)


Te beso.


M.

Gabiprog dijo...

Es bueno ser avaro de ese estado donde, sepultada nuestra amargura, nos dejamos llevar en todo lo cálido que pueda tener el deseo.

eMiLiA dijo...

Tiempo sin leerte.
Por suerte, nada ha cambiado, acá todo sigue igual de hermoso.

Saludos!

Laura Gómez Recas dijo...

Si alguna vez preguntan sobre el tema, estos versos aclararán toda duda:

"Nos miramos y esa pobreza húmeda
de los objetos
me alimenta el desapego
del que juega con fuego
por el mero capricho de existir."

Un abrazo,
Laura

Adm Ink dijo...

Que bonito! Deberías ponerte un gadget de seguidores querido poeta, así me harías la vida más fácil para controlar cuando vas actualizando tu blog (que por cierto, me gusta mucho) y a la vez sería más fácil localizarlo (Un deseo inocentemente egoísta por mi parte)

Me encanta como queda impregnada cada una de tus palabras en esa peculiar tinta roja.

The Gossip Eye dijo...

No sé si conoceras a un poeta que se llama Kutxi Romero (también es cantante del grupo de Rock "Marea"), pero tu manera de escribir me recuerda mucho a la de él (que por cierto, es una de las que más me gustan) y especialmente en este texto.

Me seguiré pasando por aquí.
Saludos!

Vivian dijo...

A mí me ha pasado todo lo que pasa en tus versos. (Aún no encontré amor empalagoso, que ahí sí rompería la regla de lo expuesto)
Tal vez porque no hay finales felices y el lobo siempre se come a la abuelita.
Un abrazo.