Estoy seco. Bien jodido que dirían en una película de gangsters italo-americanos. La musa me ha comido la mirada y la rabia. Despojos y los perros de la siesta. No tengo nada que ofreceros, ni siquiera unas pocas palabras que juntar con un poco de decoro. Nada.
(ella) Me ha pelado la imaginación con las cuchillas tristes del silencio.
Desnudo, me reseco a la intemperie, con la garra helada de un cronopio clavada en el corazón…
(ella) Me ha pelado la imaginación con las cuchillas tristes del silencio.
Desnudo, me reseco a la intemperie, con la garra helada de un cronopio clavada en el corazón…
Estos días en Barcelona buscaré, buscaré, buscaré…