miércoles, 16 de mayo de 2012

cinco minutos antes del neolítico

Snæfellsjökull. Fotografía de Greg Kruk



/ Al principio fue el cero /
Había soledad 
sobre la piel joven de los caminos
o en el gineceo vacío
donde las conjugaciones escuetas de la carne …       

dios igual a la temperatura continua
de los metales
la respiración inerte de los océanos
ese lento girar del cielo
y  treinta lunas
colgando desnudas del anochecer    

de las oscuridad germinan
las chispas amarillas del sílex
los sueños intrauterinos
viajan a través de la respiración pulmonar de la nada
los helechos que condensan
entre sus hojas
el semen caliente de las hormigas

prehistoria y aurora
la larga noche de piedra
que llega a su fin (…)
el último día para escuchar en el planeta
el silencio perfecto
de la vida…

11 comentarios:

Roberto dijo...

esa magia del primer día del mundo la capta maravillosamente Terrence Malick en "El árbol de la vida"...estas palabras son mi pequeño homenaje

Sarco Lange dijo...

Estamos adentro de un planeta disperso, dicen los que saben que las semillas están acabándose únicamente porque ya no hay tierra que las auspicie.

Eso del semen caliente de las hormigas me ha dado un miedo absoluto.

Abrazos.

esa de afuera de mí dijo...

rober,
sos el poeta de la inmensidad infinita.

"los sueños intrauterinos
viajan a través de la respiración pulmonar de la nada
los helechos que condensan
entre sus hojas
el semen caliente de las hormigas"

sos bestial y no paro de estremecerme.
gracias por atravesarnos con tus palabras.

un beso.

Lil.

Noelia Palma dijo...

yo me quedo con el final, porque sí, el silencio es perfecto

Vagamundo dijo...

Si hubieses adivinado las amebas en qué se irían a convertir...

Crista de Arco dijo...

Ya sabes lo que opino de vos y tus textos. El otro día en nuestra charla te lo dije. Así que te dejo mi saludo y mi admiración enorme.

Apenas me libere, te prometo seguimos hablando. Me resultó más que interesante compartir puntos de vista y disfrutar de semejante conversación preciosa entre amigos :)

Elisa dijo...

Yo tampoco soy nadie sin las palabras, pero sin el silencio, tampoco.

Elisa.

Laura dijo...

Lo has conseguido, Roberto. transportarme a un lugar muy lejano de la galaxia y ver desde allí ese planeta de metal en que nuestro mundo se ha convertido.

En nuestras manos está fundir los metales y que el silencio sea lo que debe ser: una opción.

Abrazo.

alba dijo...

Vengo a inmiscuirme en el silencio primigenio, a buscar un hueco entre las partículas más diminutas de la vida y a decir, ahora que ya he visto la película, que es bellísimo tu homenaje a nuestro principio.

JOAN dijo...

La vida, sus silencios, su forma de evolucionar (para bien o para mal)... Buen poema!!

Un abrazo!

eMiLiA dijo...

El silencio perfecto. Nunca es, nunca accedemos a él.
Será como tantas otras perfecciones que se nos deshacen en las manos.


Ando con ganas de ver esa película hace rato. Será tiempo que cumpla mi deseo.

Abrazo!