viernes, 30 de julio de 2010

Azul, fulgor de los perdedores

Es extraño pero el amor tiende a borrar sus propias huellas, como el ladrón que deambula clandestino por el precipicio que conduce a la piel. Esa playa minada de caracoles de mar, ese territorio donde el estupor de la olas bate insurrecto sobre las bocas. Aquellos ojos tristes pueden ser el principio de todo. Una escapada hacia delante, bicicletas y sal, viento y rugidos del azul inconcebible. Allí es adonde vamos.

Ese viaje. Un coche robado a punta de pistola. Una novela de Ray Loriga y toda la enfermedad de crecer saliéndote por los zapatos de domingo. Ese mar, esa intemperie. Será difícil amanecer mojado, con peces despabilándose en las pupilas de la que te incendia cada mañana. Las palabras me apabullan, me joden los besos que no llevan anzuelo.

El amor lo inventan los cuerpos para entrometerse en la habitación vacía donde sueña la muerte. Un paso lento y tranquilo hacia el azul, a pesar de las ojeras y la resaca de la musa, desmaquillada, con la falda manchada de semen, quitándose las moscas y las pesadillas con aspavientos disfrazados de poemas. Ese azul, voy hacia él, hacia ti, hacia la medida exacta de la brisa…

sábado, 24 de julio de 2010

y ahora que digo yo a estas alturas?

Gracias a los que vienen, a los que van, a los que nunca entrarán. Gracias a tod@s por darme la mano en el viaje que nunca termina...
Yo dentro de un tren bala japonés.
Afuera tras el cristal
ella parada
sosteniendo una bicicleta negra
en un apeadero extraño
en las antípodas últimas de la piel.
A eso se le llama estar bien jodido.
Nos educaron para la velocidad ciega
del amor. Amado revisor. Dos puntos.
Y las nubes rebobinando la métrica del ayer…

jueves, 15 de julio de 2010

"Macarrones al cariño" (J.C.)

"Elegy for a dead admiral" Jack Vettriano


Para Jon, Gema, Rafa, y la dulce bilbaína que iba con Holanda. Esas tardes no tendrían que tener final…
A quemarropa.
Como antihéroes del insomnio
atravesamos la tarde.
Éramos breves y enamorados de los gritos
del otro que guarda gorriones de furia en la garganta,
del que trasquila la lana con la mirada perdida
en la acrobacia de las lenguas y el amor.
Una tarde de polvareda azul y sudor, bebiendo cerveza,
correteando de un lugar a otro, moviendo las calles de sitio,
dejando colillas y cartas de amor
en los buzones oscuros de un burdel.

Fue caos y descerrajados besos,
y azul, y azul, más azul por todas las jodidas partes.
Recién salidos de una novela de Kerouac
con la ropa todavía sin arrugar y
sin abolladuras en el corazón,
salimos a la carretera quién sabe para qué,
nos teníamos los unos a los otros
y era un motivo suficiente
para pasarnos las palabras encendidas
de mano en mano,
de boca en boca.
De pequeños nos estropearon el cuento de hadas
en su lugar ahora cae
la nieve que esnifa la musa en el servicio de un destartalado bar.

Me pregunto si la mendicidad de los perros se hereda.
Tal vez él tenga razón
y los viejos tiempos estén por venir.
Nunca se sabe donde puede herirte la verdad.
Aquella tarde sucedió,
éramos breves y enamorados,
felices por salir a recibir a la noche
a pedradas / a quemarropa,
exhaustos de luchar…

martes, 6 de julio de 2010

¿Hay alguien ahí?

Magritte. " Las amistades peligrosas"
ha llegado la hora
de las cerezas/
el naranja cielo sutil
estallando
en los cadáveres traslúcidos de las mariposas/
ha llegado el momento
de arribar
salvaje y piel roja a tu boca
(despensa de higos y gatas en celo)

ha llegado
el tiempo de las siamesas
que se corren
melodiosas con el vaivén de la olas/

la luz le saca una cabeza y media de ventaja
a mi tristeza/
cada cosa continua la estela rebelde de sí misma
el pan recién hecho/ inspectores de policía en bicicleta/
la cerveza inusual/ los manifiestos
poéticos que chillan en los armarios/
la falda abandonada de Lolita
en el lavabo de
la chocolatería de la esquina
(donde se aman los principiantes
entre la naftalina y las tablas de multiplicar)

que siga el espectáculo
clandestino…