domingo, 22 de noviembre de 2009

Ellos


Es hora del desgobierno de los libros. La trepidación de una primavera ilustrada que corroe las cuatro esquinas de mi cuarto. Pueden ser doscientos o tal vez trescientos, el caso es que cuidan de mí y de la imaginación cuarteada que recuenta mis páginas y mis días. Al principio estaban sin más, su presencia no era más determinante que un pantalón de pana arrugado encima de la cama, o que la vieja maleta al fondo de una estantería. Pero pronto fueron tomando posiciones, y ahora su dictadura roza la eugenesia lírica de transcurrir. Los zapatos, los lapiceros, la ropa interior, la rosa seca de Praga, las bufandas que se hunden en su verticalidad de felpa, todo se acaba plegando a sus designios con la abnegación furibunda del perdedor. Mi gato se pasea entre ellos. Está de su parte desde el principio. Mi gato conoce el secreto que albergan en sus vísceras cosidas. Los observa días enteros. Ellos asienten ante la cólera hermosa de los ojos del gato.

Ellos trazan las fronteras. Su mano de hierro se extiende a los límites de mi cuarto, en el resto de habitaciones gobierna una asepsia ciega. Allí no llega su capacidad de ensimismamiento, su ensoñarse contra la fe teleológica del paso del tiempo. Fuera de su jurisdicción, los objetos descienden a la categoría de cosas, y respiran, y sudan, e interaccionan con la luz y los espacios abiertos. El gato pasa incólume entre las sillas metálicas de la cocina, o entre el paragüero verde del salón. Él sabe que entre el orden, las esperanzas de una poética de la insurrección son prácticamente nulas. Quiere a los libros. Igual que yo. En el otro lado de las cosas, ellos nos contemplan ansiosos por suministrarnos preguntas y libertad…

17 comentarios:

MartinAngelair dijo...

Este texto en esencia podría pasar por mío,...


...y a la vez no.





Qué suerte con Praga,...qué rico te puedes definir al vivir el movimiento de un gato en tus ojos,...






En el otro lado de las cosas,...en tu espacio cohabitan objetos con cosas, posibles en una imaginación cuarteada.






Este texto podría ser mío, pero me falta el gobierno de las palabras.






(...por otro lado, tengo curiosidad,...qué hacemos con Polonia...)







Un beso y descansa feliz esta noche.

Reina dijo...

Maravilloso texto compañero...
los libros siempre son nuestros fieles amigos, no nos dejan, marcan nuestras vidas...

BUENAS NOTICIAS dijo...

Me ha gustado la idea de que los libros nos observen, ansiosos... ¿Se sentirá feliz un libro, cuando lo tomas entre tus manos? ¿tan feliz como pueda sentirse una persona, entre los brazos de otra?
Un beso, Roberto.

Lucina dijo...

Cuidan de ti,
y mientras duermes, a veces, te susurran fantasias a orillas del mar.
Así son ellos y nosotros.

Un beso y gracias..

Jota dijo...

Esa trinchera que describes es la única en la que merecería pasar una guerra. Y eso lo saben hasta los gatos.

gormban dijo...

Que de alimento dan los libros...Imaginacion, ingenio, emocion....y eterno etc... entre la seduccion y el ronrroneo de un gato....


un beso

perfecto herrera ramos dijo...

El mundo de los libros, donde la fantasia y el conocimiento se atesoran y ponen alas a nuestros pensamientos.
Un texto elocuente, un reconocimiento a la palabra bien trazado y hermoso.

Un abrazo.

giraluna dijo...

los libros nos miran...
en nuestros cuartos.
qué lindo lo que has escrito Roberto!
has puesto en palabras lo que yo pienso, aunque no tengo gato.
Gracias!
3 besos y 3 caricias.

Gabiprog dijo...

El gato maúlla y busca el calor, sabe lo que quiere, a eso algunos lo llaman egoísmo... Los libros impertérritos se sienten compañeros de viajes e insomnios, susurradores de muchas utopías y alguna victoria, saben del compadreo y de más de una travesura, el universo está ahí, poco más cuenta. Y las musas lo saben, por eso murmuradoras han soplado en ti esta genialidad de texto.

sky walkyria dijo...

las cosas esconden su esencia entre las sombras

cariños

Irene Olmo dijo...

Que sería de nosotros sin los libros...nos enseñan a ver, pensar y sentir desde otros puntos de vista.

Divina nena dijo...

Sobre todo libertad. Curioso y bien entrelazado. Me ha encantado volver y encontrarme con tu texto y ellos...
Un beso, continuaré por aca

la cónica dijo...

El libro que lees no es
libro porque tu lo leas
es libro porque te lee...


... parafraseando a Machado...

Virginia Fuster Abad dijo...

Para unos, solo un montón de hojas llenas de miles de letras, para otros un mundo entero, una pasión o una historia que engancha.

Pueden significar tanto y tan poco. Pueden serlo todo o nada. Pero sirven solamente para los que quieran usarlos.


Siento no haber pasado en este tiempo.

Un beso contento :)

ana. dijo...

la vida suele estar acurrucada en las páginas de un libro o en la mirada sabia de un gato. a veces nos alcanza y nos abraza.

besos.

Luar dijo...

el mundo de las palabras...fantasia o realidad?

Noviembre dijo...

Te ha quedado tan, tan espectacular, que cada vez que me giro y veo los libros apilados por doquier (bueno, por doquier no, pero casi jaja) no puedo evitar verlos de otra forma, y hasta sonreirles un poquillo...

Tremendo! Y podría decir que autobiográfico...